uestro andar ya no es el mismo. Caminamos con cautela, estudiando cada paso. La capacidad de amar es diferente. Ahora escuchamos, entendemos y vemos las cosas desde una elevada perspectiva. Con la madurez de los años, la juventud de la mente, y la experiencia de historias acumuladas.
Es simple. Una mujer de más de 40 deja rastro por donde camina, haciendo que su presencia no sea ignorada. Al andar transmitimos seguridad en uno misma porque hemos logrado el equilibrio perfecto, emocional y personal.
Estamos en la etapa ideal en que dejamos de preocuparnos por lo que pasó y lo que pasará. Vivimos el día a día con una sonrisa para todo puesto que nos encontramos en la misma línea del Ecuador, a mitad de vida. Por fin entendemos que cada persona es un actor y cada uno desempeña un libreto. Tenemos la capacidad de saber quién nos quiere por como somos, nuestros logros y quien intenta utilizarnos. Son y serán muy pocas las personas que llenarán nuestro espacio y lograrán llamar nuestra atención.
Aquellos que quieran entendernos deben saber que todas, sin excepción, cargamos un libro de anécdotas, de decepciones, de traiciones y un cúmulo de desengaños que nos han endurecido. La mirada ya no es tierna, las respuestas son ciertas, los sentimientos están guardado con llave protegidos por una coraza. Ya no nos cautiva un físico. Ya no vendemos curvas. Ya no perdemos tiempo.
Walter Riso una vez comentó: “Se necesita mucho valor para amar a las mujeres marcadas por el pasado, aquellas de carácter fuerte, pero de corazón bueno. Se necesita mucho amor para curar las heridas y las desilusiones. Pero, sobre todo, se necesita ser inteligente, porque son tan maduras y experimentadas que ya no creen en lo que sienten, sino en lo que estés dispuesto a hacer por ellas".
Pero de alguna manera, la mujer de más de 40 ha dado un importante paso en la búsqueda del amor. Ahora nos “amamos”, mucho más que una década atrás. Estamos en la etapa adecuada para que la relación sea una novela romántica. Tenemos la capacidad de amar con calidad, con la cabeza, el corazón, con experiencia, paciencia, destreza y amor. Tenemos la madurez para gritar los sentimientos sin temor a criticas. De conocer la anatomía de nuestro cuerpo mucho más que cualquiera. Podemos y tenemos la conexión exacta, el cóncavo y convexo, entre la mente y el alma. Estamos en la edad de oro porque podemos darnos el lujo de escoger y saber cuándo y a quien entregar nuestra alma.
MUJER: ámate, bésate, abrázate, cuídate, mímate, admírate. Se simplemente, TU.Note apresures. Tomate tu tiempo. El amor existe, el tuyo esta vivo, en algún lugar del mundo. Todo es cuestión de tiempo y el tiempo siempre es perfecto.
“Las mujeres de mi generación son las mejores. Y punto. Hoy tienen cuarenta y pico, y son bellas, muy bellas, pero también serenas, comprensivas, sensatas y, sobre todo, endiabladamente seductoras, esto a pesar de sus incipientes patas de gallo o de esa afectuosa celulitis que capitanea sus muslos, pero que las hace tan humana, tan reales… Hermosamente reales.” Sharon Stone con 48 anos
