o peor no es perdonar sino aprender a olvidar. No vivir con el temor de una segunda o tercera. No crearce falsas espectativas donde no las hay. No volver a pegar un ojo, porque desconfias hasta de tus propios parpados.
Todos merecemos una segunda oportunidad, eso dicen los que mas saben de la vida. Creo que todo es relativo, dependiendo de donde y como se equivoco. esa persona con uno.
Cuando un cristal se rompe, no existe pegamina que lo logre empatar sin dejar huella. Asi de fino y transparente son las relaciones. El que perdona una infidelidad, mató el respeto asi mismo y se tendrá que preparar. Porque el que guanta una, le devuelven cien.